La Feria Internacional del Aceite de Oliva WOOE afronta un apasionante X aniversario
La sequía que azota a España desde hace varios meses está afectando a buena parte de los cultivos y el olivar no es una excepción, ya que, especialmente este año, está causando estragos, especialmente en el secano que sigue siendo mayoritario en nuestro país. También es cierto que el riego por goteo ha crecido a nivel nacional hasta el 28% y en Andalucía, donde se produce alrededor del 80% de la cosecha nacional, hasta el 37,5%.
El mayor problema se concentra ahora en el precio de la energía porque hace inviable la puesta en marcha de las orujeras, imprescindibles en la defensa del medio ambiente. Ahí, las almazaras tienen un motivo importante para quejarse, no tanto en una cosecha que a nivel mundial puede caer entre un 8% y un 9%, según algunos expertos internacionales como Juan Vilar. En situación parecida se encuentra Italia que puede recular entre un 20% y un 30%, y Marruecos, por la vecería, pero no Turquía o Grecia donde el tiempo ha sido más benigno.
Y eso pese a que la zafra nacional puede este año llevarse un buen revolcón y quedar en torno al millón de toneladas, aunque Cooperativas Agrarias aún piensa que puede situarse en torno a las 900.000 toneladas.
La realidad, crecimiento de costes aparte (mal endémico que afecta a todos los europeos, unos más que otros), es que a 31 de julio el aceite almacenado en España era de 698.000 toneladas y que a 1 de octubre, día que comienza la nueva campaña, puede estar entre 450.000-500.000 toneladas, con lo que habría aceite de oliva para exportar, entendemos que a buen precio, vender en el mercado interior donde consumimos la campaña pasada 543.000 toneladas y realizar una exportación algo superior a las 180.000 toneladas del pasado ejercicio.
No hay que olvidar que los enlaces de campaña de 2017/2018 ascendieron a 375.000 toneladas y los de la 2020/2021 a 423.600 toneladas, ambos por debajo del stock de este año. La importación de 2019/2020 superó, por cierto, las 243.000 toneladas.
El olivar, pese a su modernización y aumento del riego por goteo, continúa en muchos casos siendo un cultivo vecero en el que se combinan buenas campañas con otras bajas o medianas, lo importante en el contexto internacional es fidelizar clientes y ser capaces de servirlos tanto cuando hay cosecha abundante como cuando la hay escasa. Y romper además con la tradición de producto-reclamo en la gran distribución, que tanto daño hace al sector, además de incumplir la norma de la cadena alimentaria.
En este apasionante contexto, la X Edición de la World Olive Oil Exhibition (WOOE) se presenta como la gran oportunidad de las almazaras de lograr nuevos nichos de mercado, muchos de ellos tiendas gourmets, cadenas regionales de supermercados y nuevos países consumidores. Pero además es el encuentro de todo el sector del aceite de oliva, tanto en las operaciones comerciales (su principal razón de ser) como en las actividades paralelas que se lleven a cabo: catas, conferencias y concursos gastronómicos.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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