La incertidumbre por la ola de calor marca la vendimia 2022
Las perspectivas de una gran cosecha de vino, en el medio de un escenario de inflación desbocada, incremento de los precios de la energía y los insumos y subidas de las hipotecas, parecen desvanecerse con la ola de calor de los últimos días, agravada además por la sufrida en junio en las regiones españolas de mayor producción.
La palabra más repetida entre las diferentes fuentes consultadas por La Gaceta del Vino es incertidumbre. Estas mismas fuentes reconocen que, a diferencia de otros años, hay uva en el viñedo y si en este momento no tira para adelante es por falta de agua, escenario que, en algunos casos, podría cambiar de forma sustancial si lloviera.
Hay uva en el viñedo y si en este momento no tira para adelante es por falta de agua, escenario que, en algunos casos, podría cambiar de forma sustancial si lloviera.
Juan Fuente Rus, responsable de Cooperativas Agroalimentarias en la sectorial del vino, asegura que Castilla-La Mancha podría tener menor cosecha que el año pasado (22,13 millones de hectolitros entre vino y mosto) cuando todo apuntaba a lo contrario. Fuentes recuerda que el 58% del viñedo de la región es de secano y su producción apunta a la baja, pronóstico con el que coincide Florencio Rodríguez, de Asaja Ciudad Real.
En parecidos términos se ha expresado Alberto Carrillo, de Viñaoliva en Extremadura. A su juicio, la situación es límite en toda Extremadura, que ya en 2021 tuvo una cosecha corta de 2,51 millones de hectolitros. A su juicio, la muestra que tenían las viñas hace unos meses se ha visto frenada por las altísimas temperaturas que, en algunas noches, no bajan de los 30 grados.
Algo parecido está ocurriendo en la Comunidad Valenciana donde se esperaban superar con creces los 2,33 millones de hectolitros de 2021, “pero la realidad depende de lo que ocurra los próximos días”, según el enólogo y consultor Pablo Osorio, con quien también coincide Luis Miguel Calleja, director técnico de Coviñas, en Requena. Este pronóstico sirve, además, para Alicante, Valencia y la región de Murcia donde los viticultores miran al cielo.
«La realidad depende de lo que ocurra los próximos días”
La Rioja y País Vasco prevén, en principio, una cosecha algo mayor que la de la pasada campaña que ascendió a 2,12 y 0,73 millones de hectolitros respectivamente, aunque la sequía también parece haber hecho mella, igual que en Galicia donde se superarán probablemente los 1,51 millones de hectolitros del pasado año, pese a la sequía y a ser casi todo el viñedo de secano. Según Miguel Ángel de Gregorio, propietario de Finca Allende, en Briones, Rioja Alta, “es una incógnita lo que puede ocurrir, aunque yo creo que puede repetirse la cantidad del año pasado”. Lo mismo sirve para Navarra, que tuvo una cosecha de 0,63 millones de hectolitros.
Según Miguel Ángel de Gregorio, propietario de Finca Allende, en Briones, Rioja Alta, “es una incógnita lo que puede ocurrir, aunque yo creo que puede repetirse la cantidad del año pasado”
Cataluña, a quien también afecta la sequía, especialmente en la uva destinada al cava, espera superar los 3,3 millones de hectolitros del pasado año, aunque albergan ciertas dudas si la lluvia no hace aparición, algo similar a Aragón que tuvo una cosecha de 1,07 millones de hectolitros y donde Somontano presenta buenas perspectivas. Baleares presenta realidades diferenciadas y no saben si superarán los 57.000 hectolitros de la pasada campaña; mientras Madrid mira al cielo y ve como las altas temperaturas pueden condicionar una cosecha que se esperaba muy superior a los 66.000 hectolitros de 2021.
Castilla y León, según fuentes consultadas en las DO Rueda, Ribera de Duero y El Bierzo, esperan superar los 2,2 millones de hectolitros del pasado año, gracias en buena parte a las nuevas plantaciones con riego por goteo de la primera, según Carmen San Martín, copropietaria de Bodega De Alberto, mientras Ribera acusa una fuerte sequía.
Andalucía sufre su particular calvario de altas temperaturas que afectan tanto al Marco de Jerez como a Montilla-Moriles y al resto de provincias, aunque espera superar sus 0,9 millones de hectolitros de 2021. Canarias, por su parte, espera, pese al oidio de la zona norte y la espectacular caída de Lanzarote y parte de Gran Canaria, una cosecha muy superior a los 53.500 hectolitros del pasado año. Finalmente, Cantabria y Asturias se moverán en cifras cercanas a los 900 y 750 hectolitros respectivamente.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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