Donde dije digo, digo Diego o la coherencia de los gurús del vino
Hace algunos días, el conocido escritor y crítico vinícola británico Tim Atkin, Maestro del Vino y una de las autoridades más cotizadas del sector, sorprendía a propios y extraños con una calificación de 100 sobre 100 al Viña Tondonia Blanco Gran Reserva 2001, ya puntuado con 99 sobre 100 por nuestro compatriota Luis Gutiérrez, hombre de Robert Parker en España.
La noticia no tendría más recorrido si no fuera porque un vino que era posible encontrar en el mercado por 30 euros se haya convertido en un producto de lujo con ofertas en la web que van desde las 450 a los más de mil euros. Ese vino, sin ir más lejos, ha sido premiado justamente con las votaciones de los socios de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV), que me honro en presidir. Y podemos, y debemos, decir que es uno de los mejores vinos blancos españoles de la historia. Pero esa añada y otras muchas, porque Viña Tondonia Blanco es un lujo.
«es uno de los mejores vinos blancos españoles de la historia. Pero esa añada y otras muchas, porque Viña Tondonia Blanco es un lujo.»
Las bodegas López de Heredia se crearon en 1877 por Rafael López de Heredia y Landeta, quien entre 1913 y 1914, – es decir, hace la friolera de 108 años-, plantó las vides que darían lugar a las primeras elaboraciones de Viña Tondonia hace un siglo. Entre ellas están sus fastuosos blancos de larguísimas crianzas, esos mismos que durante bastante tiempo fueron denostados por algunos críticos “muy modernos y vanguardistas” que achacaban a la bodega métodos muy tradicionales y excesivamente turísticos. Pues bien, esos grandes vinos que llevan en el mercado decenas de años acaban de ser descubiertos por el gran Atkin. Ese descubrimiento, unido al de América por el supuesto genovés Cristóbal Colón, y el de la penicilina por Alexander Fleming son, sin duda, los grandes hitos históricos de la humanidad.
Y es que, de los descubrimientos de los gurús, en tiempo y forma, estamos ya más que curados… de espanto, se entiende. Hace algunos años, entre 20 y 25 más o menos, los vinos del Priorat, con 15-16 grados o más, chute de barrica nueva, cierta sobre maduración y potencia de tente y no te menees eran lo moderno, lo in, lo guay, la vanguardia y la releche en bicicleta. Ahora no. El mismo Robert Parker que elogiaba esos vinos como el summum de la posmodernidad estima ahora que los que marcan el paso son los vinos canarios o los de Ribeira Sacra, que están en las antípodas de los otros. Ver para creer.
«Hace algunos años, los vinos del Priorat, con 15-16 grados o más, chute de barrica nueva, cierta sobre maduración y potencia de tente y no te menees eran lo moderno, lo in, lo guay, la vanguardia y la releche en bicicleta.»
En este sentido guardo una anécdota de hace años cuando, por mediación de Isabel Mijares y mía, Paul Pontallier, el mítico director de Château Margaux, trágicamente desaparecido por el maldito cáncer, visitó FENAVIN, en Ciudad Real. Decía que el día anterior había abierto, en compañía de su mujer, un mítico vino norteamericano de 500 dólares, cuyo nombre omitió, aunque pensé rápidamente en un nombre, y les encantó. Pero cuando terminaron la cena se dieron cuenta de que apenas habían tomado una copa cada uno. En ese momento se percataron de que hay vinos para catar, que por aquella época gustaban mucho a los críticos, y otros para beber, que les gustaban menos; pero sí a muchos de los grandes aficionados al vino, que además los compramos.
Bastó que Eric Asimov, crítico de vinos del New York Times, descubriera las mareantes laderas de la Ribeira Sacra, la tintilla de rota (graciano) de Cádiz, la listán negra canaria o las garnachas de la sierra de Gredos para que estas pasaran a engrosar los nuevos descubrimientos; eso sí, mucho más meritorios, ya que cuentan con bastante menos historia que los blancos de Viña Tondonia. Y no pararíamos de contar ejemplos y más ejemplos como estos. En positivo, la bodega López de Heredia debe estar contenta con un reconocimiento que llega con muchos años de retraso. En negativo, que ese vino, y otros muchos, quedan fuera del alcance de muchos amantes de vino, que seguro los íbamos a disfrutar mejor que algunos nuevos ricos a los que solo les deslumbra el precio.
Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
Suscribirse
Reciba nuestras noticias en su email
Viña Tondonia Blanco o «El misterioso caso del vino desvanecido»… de las webs que vendían a 30 pavos.
Ya estabas tardando José Luis ????
Me parece que confundes el Gran Reserva con el Reserva, que si vale unos 30 euros.
Por cierto, me parece un batiburrillo tu artículo.