La OIV ratifica el incremento de producción de la campaña 2013
El director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, Federico Castellucci, confirmó ayer que la producción mundial de vino crecerá previsiblemente más de un 8% hasta los 281 millones de hectolitros, excluidos mostos y zumos de uva, lo que supone alrededor de un 2,5% sobre una cosecha normal.
Estas previsiones surgen en un momento en el que los mercados, a la baja por la crisis en 2008 y 2009, se estabilizan e, incluso, tienden a un crecimiento moderado.
La OIV, que como todos los organismos internacionales trabaja con avances aportados por los distintos Estados miembros, parece acertar en el grueso de su información, aunque no en el reparto entre los principales actores mundiales, ya que en los últimos meses, la tendencia de cosecha en España ha ido al alza (la OIV pronostica 40 millones de hectolitros de vino y alrededor de seis más de mosto y zumos de uva), mientras en Francia e Italia, para quienes augura 44 y 45 millones de hectolitros de vino, respectivamente, ha ido a la baja. Los descensos de ambos se compensarán probablemente con la producción española. Portugal sube su producción un 7% hasta los 6,75 millones de hectolitros.
El organismo intergubernamental con sede en Francia, que hizo público su informe de coyuntura el pasado lunes, prevé una nueva cosecha récord en Chile, con 12,8 millones de hectolitros, lo que deja de ser una sorpresa por la pujanza comercial de este país; Argentina se iría hasta los 15 millones de hectolitros, a los que habrá que añadir otros cuatro o cinco de mostos y jugos de uva, tras el desastre del pasado año en que se quedó por debajo de 12 millones y Estados Unidos incrementa su producción un 7%, por el excepcional año de California, hasta los 22 millones de hectolitros.
Otros incrementos significativos se producen en algunos países centroeuropeos donde el año pasado cayó la cosecha de forma estrepitosa. Así Rumanía se acerca a los seis millones de hectolitros con un aumento del 79% desde los 3,3 millones de 2012 y Hungría lo hace en un 44% al pasar de 1,8 a 2,6 millones de hectolitros. Croacia aumenta su cosecha un 10% hasta los 1,4 millones y Grecia un 17% hasta los 3,7 millones de hectolitros. Alemania se queda en nueve millones como el pasado año y Suiza hace lo propio con un millón de hectolitros.
Fuera de Europa, Sudáfrica aumenta un 4% hasta los 11 millones de hectolitros, Australia lo hace en un 7% hasta los 13,5 millones y Nueva Zelanda, tras una desastrosa campaña en 2012, un 28% hasta los 2,5 millones de hectolitros.
Los retrocesos, escasamente perceptibles en el conjunto, se ubican en Brasil con una caída del 8% hasta los 2,7 millones de hectolitros; en Austria con un 5% hasta los 2,4 millones de hectolitros y en Bulgaria de un 2% hasta los 1,3 millones de hectolitros.
Con estos mimbres y tras una campaña en la que faltó vino en el circuito mundial y en el que algunas empresas, varias de ellas españolas, jugaron al “pan para hoy y hambre para mañana”, el mercado se presenta más apasionante que nunca y con incertidumbres que iremos viendo cómo se despejan. Los buenos empresarios, lo que fidelizaron clientes en la pasada campaña cuando el vino escaseaba, probablemente van a tener pocos problemas. Sin embargo, los que jugaron a la especulación y a agarrar los cuartos pa la saca podrían encontrarse con la desagradable situación de convocar a sus dueños o a sus socios, en el caso de las cooperativas, para tomar el que les sobre en suculentas meriendas de pan con vino y azúcar. Y es que, como decía Pablo Neruda, qué corto es el amor y qué largo el olvido…
José Luis Murcia
Periodista. Miembro de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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