Finaliza la campaña 2018-2019, Comenzamos la 2019-2020
Ha sido extraño venir de una de la cosecha más corta de las últimas décadas, como fue la de la vendimia 2017 y abocarnos en la siguiente campaña, la de la vendimia 2018 en una de las mayores de nuestra historia, concretamente la segunda mayor.
El cambio fue tan grande y, aunque esperado, con una ruptura total y drástica en cuanto a precios. Pasamos de operar a más de 5 euros hectógrado, a no llegar a dos, como ha sucedido en estos últimos meses. El cambio, como ven, ha sido total.
Empezamos la campaña con una vendimia que engañó a mucha gente. Se esperaba algo más de cosecha pero no la que hubo, la provincia de Ciudad Real, sobre todo, mostró todo su potencial, y al ser la mayor productora de España, elevó enormemente la cosecha, con viñedos que llegaron a más de 60.000 kilos por hectárea, eso sí, con uvas que a veces no llegaban ni a 8 grados Baumé, lo que causó honda preocupación en el sector por ver la problemática de estos vinos desequilibrados y de bajísima graduación, algunos que no se podían considerar, legalmente, vinos. Curiosamente, a lo largo de la campaña no han acusado tanto estos vinos, casi se puede decir que han desaparecidos; se supone que, mezclándolos con otros vinos, de otras zonas, con mayor graduación.
Comercialmente hablando ha sido una campaña con varias facetas o caras: los precios han bajado bastante, lo que ha beneficiado a una parte y perjudicado a otra. Ha servido para incrementar volumen de exportaciones, para ganar nuevos clientes, algunos perdiendo la anterior campaña debido al alto precio. Pero a la vez a bastantes elaboradores les ha causado pérdidas importantes al venderse el vino por debajo del coste de elaboración.
Esto más o menos se esperaba, una campaña con una elaboración superior a los 50 millones de hectolitros es difícil, muy difícil, de comercializar. De hecho, se esperan entre 6 y 7 millones más de excedentes de los que teníamos en la campaña pasada.
Terminamos la campaña pues, con precios bajos, mercados de graneles muy parados y con excedentes superiores, es decir, con más vino en las bodegas de lo que teníamos el año pasado.
Y empezamos otra campaña, como les digo, al principio, llena de nuevas ilusiones y esperanzas. Una campaña que se prevé menor a la anterior debido a la sequía y a una muestra muy baja en algunos sitios, aunque desigual. La cantidad aún es difícil de adelantar, aunque estemos ya en puertas de vendimias, y es que la sequía merma cada día la cosecha y si lloviera de aquí a que empezara la incrementaría. Por tanto, hay que reservarse para no dar cifras que lleven a confusión, aunque si se maneja la idea general de que será menor.
Los precios tampoco se saben, se habla de continuidad con arreglo a los precios que tiene ahora el vino, por tanto, precios inferiores a los del año pasado, iremos viendo…
En cuanto al desarrollo posible de la campaña, es difícil y la situación climatológica será la que mande. Si persiste la sequía, puede haber movimiento de precios, sobre todo de media campaña para adelante. Sin embargo, si lloviera mucho, sería al contrario.
Como siempre, contamos con múltiples factores que pueden influir y son imposibles de predecir. Yo veo, de momento, unos mercados más o menos activos y planos en cuanto a los precios, con poco movimiento de estos. Pero la situación puede cambiar si, por ejemplo, la cosecha al final resulta menor de lo previsto, o al contrario, que la sequía no haya hecho mucha mella y la cantidad cosechada sea mejor de lo esperada. En fin, habrá que ir viéndola y comentándola conforme nos vaya ofreciendo sus caras. Desde El Correo del Vino se lo iremos desgranando y comentando semana tras semana.
El Correo del Vino toma vacaciones, volvemos el día 22 de agosto. Que disfruten de unas merecidas vacaciones, quien las tome.
Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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Redacción La Gaceta del Vino
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