«Catar, Catar y volver a Catar». Sigue los pasos de la Luna
El pasado día 26 de septiembre tuvimos la oportunidad de descubrir una nueva Luna y seguir sus pasos.
El día 26 de septiembre con el título “Sigue los pasos de la Luna” tuvimos la oportunidad de descubrir una nueva Luna, y no la famosa “a la Luna de Valencia”, fue la presentación de los nuevos vinos de la Bodega Dehesa de la Luna, en el Hotel Hospes Palau de la Mar de Valencia.
Con una noche fantástica, antes de los diluvios que hemos tenido en toda la Comunidad Valenciana y resto de España y amenizados además con música en vivo, tuvimos la oportunidad de catar y degustar los nuevos vinos de la Bodega Dehesa de Luna, Dehesa de Luna 2009 y Dehesa de Luna Tempranillo 2010, dos vinos que reflejan el espíritu innovador de la bodega que cuenta, entre su equipo, con destacados especialistas en viñedo y enología, que han creado un viñedo entre los más complejos de España.
Esta Bodega elabora vinos con indicación geográfica V.T. de la Tierra de Castilla, en la Roda (Albacete).
Comenzó la presentación Francisco Ruiz de la Torre Finca director general corporativo diciéndonos, que Dehesa de Luna esta situada en el Campo de Montiel, que es propiedad de Silvia Mora-Figueroa Domecq, quien tomó el relevo de su marido Alfredo Gómez-Torres Gómez-Trenor, en el afán de elaborar vinos excelentes.
El equipo de la bodega, con José Luis Asenjo como enólogo, cuenta con el apoyo de José Ramón Lissarrague, y con la enología de Ignacio de Miguel, en 1996 Dehesa de Luna es adquirida por los actuales propietarios y es en este momento cuando surge la idea de crear un viñedo moderno compuesto por variedades nobles tintas tales como Tempranillo, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah, y variedades blancas como Sauvignon Blanc.
A continuación toma la palabra Ignacio de Miguel que nos explicó que el proyecto bodeguero comienza en 2.005, con la vinificación de pequeñas cantidades de uva para conocer el potencial cualitativo de los primeros viñedos plantados y proceder a la definición del estilo del vino.
Al mismo tiempo, se inicia la formación del equipo humano, materializándose así el proyecto de creación de bodega, que ha culminado con la construcción de la nueva bodega en septiembre de 2012.
Actualmente el viñedo ocupa una extensión de 70 hectáreas. Comprobada la magnífica adaptación de estas variedades y la calidad de la uva, se decidió comenzar la elaboración de un vino de alta calidad que fuera fiel reflejo de su carácter, continuando de este modo la amplia tradición vitivinícola de la familia. Y así comenzó este ilusionante proyecto.
La finca cuenta con una extensión de 3.000 hectáreas en la que conviven el bosque mediterráneo, zonas reforestadas y tierras de cultivo dedicadas al olivar, almendro y cereal. Con un clima típicamente continental, propio de los Campos de Montiel, y a 850 metros de altitud, el viñedo ocupa 82 hectáreas con tres fincas bien diferenciadas: El Viñazo, La Mata de la Culebra y La Cañada del Navajo, de las que nacen los vinos Dehesa de Luna 2009 y Dehesa de Luna Tempranillo 2010.
Con amplias oscilaciones térmicas a lo largo del año y con una pluviometría muy escasa e irregularmente repartida. Los veranos son secos y con grandes contrastes térmicos entre el día y la noche. Es una plantación en espaldera con una baja densidad de plantas por hectárea.
La orientación de la espaldera es norte-sur con el fin de aprovechar adecuadamente la exposición foliar. El estado hídrico del viñedo se controla mediante el seguimiento climático, el contenido de agua del suelo, la medida del crecimiento vegetativo y del peso de la uva. Los rendimientos alcanzados se ajustan en función de la superficie foliar expuesta.
Durante el periodo de maduración se realiza un seguimiento de la evolución de los componentes de la uva que junto con una cata sistemática de las mismas nos permite determinar el momento idóneo de la vendimia.
La palabra que mejor define los viñedos de Dehesa de Luna es EVOLUCIÓN. Se han adecuado su estructura y composición, utilizando el conocimiento científico y la experiencia adquirida en los años de trabajo de campo. En la actualidad, Bodega Dehesa de Luna cuenta con tres viñedos, que suman 82 hectáreas: "El Viñazo", "La Mata de la Culebra" y "La Cañada del Navajo".
Los dos primeros, "El Viñazo" y "La Mata de la Culebra" corresponden a la viña plantada inicialmente, es la viña 1.0. En gran medida, fruto de ellos es la creación del tercero de nuestros viñedos, "La Cañada del Navajo", que la bodega califica como único y singular por su excepcional complejidad.
En este viñedo, los deseos personales del propietario y fundador de hacer un gran viñedo para hacer un gran vino, se han combinado a la perfección con los deseos profesionales del profesor Lissarrague de hacer una gran viticultura.
El equipo técnico ha trabajado con absoluta seriedad y con plena libertad, de una forma racional y meticulosa. La ubicación de "La Cañada del Navajo", su diseño, su orden, sus dimensiones y sus detalles, responden a criterios causales, que no casuales, donde hemos aplicado la ciencia sin restricciones ni condicionantes sociales o tradicionales.
Este viñedo representa la pluralidad que debe confluir en la singularidad. Los tiempos han dado a "La Cañada del Navajo" suelos varios, unos calcáreos y someros en las laderas, y otros sensiblemente más fértiles y profundos, en la vega de la cañada.
Las variedades, los patrones, la conducción, la poda y la gestión del viñedo son diversas, como diversas son las condiciones de microclima y suelo. El objetivo es optimizar el uso de los recursos, de manera que la acción del hombre con las técnicas de cultivo, permita que las condiciones genéticas de las variedades pueda expresar en este clima, y en cada suelo, las deseadas características que pueden aportar.
Las variedades peninsulares, tradicionales, Tempranillo y Graciano se combinan con las menos meridionales Cabernet-Sauvignon, Shiraz y Petit Verdot. En algunos casos se utilizan varios clones por cada variedad. En cada lugar, se opta por el mejor sistema de conducción, ya sea en sistemas verticales, en espaldera o eje vertical, con poda corta o Guyot, o en sistemas en Sprawl.
En Dehesa de Luna se ha optado por la implantación de todo tipo de medidas y prácticas sostenibles, para ayudar a mantener el medio. Se respeta el entorno natural y se trata de enriquecer y potenciar la biodiversidad. En los últimos ocho años, se ha llevado a cabo una importante labor de reforestación. La tercera parte de la finca Dehesa de Luna ha sido replantada con especies autóctonas, devolviendo al bosque lo que un día fue suyo.
En la actualidad, son varios los proyectos de investigación en curso en Dehesa de Luna:
El primero está basado en el estudio de la influencia del sistema de conducción, la cota, la exposición y orientación sobre el microclima de racimos y hojas, y su repercusión cualitativa en la uva. Este proyecto está dirigido por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Albacete (Universidad de Castilla-La Mancha).
El segundo se centra en la mejora cualitativa de la uva, aumentando el contenido polifenólico y la acidez, y alargando el ciclo de la baya sin aumentar el contenido en azúcar. Para ello, se estudiarán diferentes dosis de riego, abonado nitrogenado, sistemas de conducción, así como número y distribución de pámpanos por planta. Este proyecto de investigación es responsabilidad del Grupo de Viticultura de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Madrid (Universidad Politécnica de Madrid).
Desde el año 2.009, se puso en marcha un estudio sobre la adaptación de variedades autóctonas, tales como tempranillo, monastrell, garnacha, cariñena y bobal, a las condiciones de cultivo de Dehesa de Luna. Estas variedades aportan mayor complejidad a nuestros vinos, contribuyen a una mayor diferenciación y, por tanto, dotar a nuestros vinos de un mayor valor en los mercados.
Después pasamos a la cata y degustación de los vinos presentados:
Dehesa de Luna 2009 es un vino para el que se han seleccionado uvas y fincas. Tempranillo y Merlot de la parcela El Viñazo y Syrah y Cabernet Sauvignon de La Mata de la Culebra. Tras seis meses en barrica (80% roble francés), es un vino de color rojo cereza picota, con ribete granate, con una capa media alta. Nariz con mucha fruta madura y aromas a monte bajo. En boca, buena acidez, larga permanencia y con taninos equilibrados.
Dehesa de Luna Tempranillo 2010, elaborado exclusivamente con uva Tempranillo de la parcela El Viñazo y con ocho meses de crianza en roble francés, con un color rojo picota con contorno violáceo. En nariz frutas negras, hierbas aromáticas y recuerdos balsámicos. La boca buena acidez y permanencia.
Bajo mi punto de vista, son dos vinos precio calidad, muy adecuados, a los que el consumidor creo que les van a gustar.
En fin, no se puede pedir más a un evento de estas características, donde hemos disfrutado con una organización estupenda.
Más información: www.dehesadeluna.com.
Director de Enocata.com
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