Estado de los mercados de graneles y viñedos
Nos encontramos ante una situación que ya se puede considerar típica de esta época y que consiste principalmente en la poca operatividad, debido tanto a la poca oferta como a la escasa demanda de vinos.
Los vinos para exportación están, en la mayoría de casos, comprados, y en estos días no tenemos una demanda de exportación que se salga de la más estricta normalidad. Es cierto que quedan vinos en bodega que están comprados y aún están pendientes de retirar, pero este tema transcurre con normalidad y las operaciones se van cumpliendo en la mayoría de los casos.
Debido a estos factores, la mayoría del sector comprador tiene sus necesidades cubiertas a corto y medio plazo, llegando en muchos casos a enlazar con la siguiente cosecha y, si acaso, quedan algunas compras pequeñas para ajustar existencias, y poco más.
Queda claro, por otro lado, que las necesidades del mercado interior no hacen más que disminuir, en un mercado nacional muerto e incapaz, por sí solo, de mover lo más mínimo el negocio del vino, ya que el consumo sigue incomprensiblemente descendiendo.
Muchos ojos están ya puestos en la próxima campaña, la viña está fuerte, creciendo casi desmesuradamente, con un vigor casi inusitado. Queda evaluar lo que el mildiu se puede llevar, ya que manchas hay en muchas y extensas zonas y algo, sin duda, se ha llevado. Por tanto, hay que ver como evoluciona de aquí a vendimia, ya que hay muchas zonas en las que las hojas tienen muchas manchas pero las uvas, de momento, parecen sanas y engordan con normalidad, por lo que habrá que ver tras el envero cómo reaccionan. De momento, por tanto, resulta muy arriesgado cuantificar las cifras del daño.
Aparte de esto los viñedos están muy hermosos, fuertes, con carga de uvas que las pueden llevar arriba sin problema ya que tienen humedad de sobra por las lluvias que hemos tenido. El cierne ha sido bueno, y ha cuajado bastante bien, exceptuando alguna zona y variedad, pero en términos generales ha sido satisfactorio, por lo que parece que la cosecha va a ser superior a la del año pasado en la mayoría de las zonas vitivinícolas españolas, exceptuando algunos puntos concretos como Canarias.
Ahora toca esperar, como así se anuncia, que haga calor, que es lo que quiere la viña, aún quedan muchos días y noches en los que la uva tiene que crecer, madurar, hasta que llegue a los lagares y queda por tanto muchas vicisitudes que pasar. Desde aquí seguiremos, como siempre, informándoles puntualmente se esta evolución.
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