Quizá algún día nos acordemos de las alcoholeras

Todos nos acordamos aún del papel tan importante que las alcoholeras han desempeñado en el sector, ya lo escribí en su momento y lo vuelvo a repetir, eran las que nos quitaban casi todos los problemas de las bodegas, tanto de vino como económicos.
Los peores vinos, los segundas, los picados, solían terminar en la alcoholera, y muchas veces al mejor precio de todo el vino que teníamos, cuando las destilaciones primadas. También ayudaban con los problemas económicos, al terminar la vendimia, para comenzar con los pagos de uva y gastos de elaboración, la alcoholera siempre te debía ese cheque o pagaré a descontar a cuenta del orujo, lías o vino, estuviera entregado o no… Fueron durante muchos años, la tabla de salvación de muchas bodegas de las zonas más productoras de España.
Eran tiempos donde absorbían hasta más de 7 millones de hl algunos años, y tenían una media de unos 6 millones de hl al año. La campaña pasada compraron dos millones de hl y ésta rondará la misma cantidad, si es que llega… Los precios del vino han hecho poco menos que imposible el poder competir en los mercados internacionales, habría que vender el litro de alcohol a prácticamente a 5 euros, cuando tienes el de melaza a 0,85 céntimos. Para más inri, el cambio de lo que era la mayoría del brandy de Jerez, a la denominación de bebida espirituosa, donde el alcohol base ya no es el vino, sino estos alcoholes baratos de melaza, maíz, etc. Ha hecho bajar el descenso del consumo de alcohol vínico, enormemente. Es cierto que en estas botellas ya no pone brandy, pone bebida espirituosa, pero al llevar la misma etiqueta archiconocida de años y años, esa simple palabra pasa desapercibida y solo se elaboran con alcohol de vino los de más calidad, las soleras, etc.
A los precios que nos movemos las alcoholeras, el alcohol, no es competitivo en los mercados internacionales, y poco a poco, vamos a ir perdiéndolos y luego la recuperación será imposible. El mercado del Oporto, por ejemplo, consume mucho alcohol vínico español, pero si a estos precios, se va al de melaza, ¿Cuándo lo recuperaremos? nunca. El alcohol vínico no se puede poner a 0,85 céntimos, y una vez que se acostumbren a esos precios baratos, son clientes perdidos, o de muy difícil recuperación. Y como este ejemplo los hay a montones.
Es cierto que los tiempos cambian, las formas y los negocios también, que si podemos vender un vino a cuatro euros, no lo vamos a vender altruistamente a dos euros, por amor al arte o a conservar un tipo de negocio, pero es una pena que perdamos un sector del mercado donde España ha sido líder durante años y años, y que absorbe una parte importantísima de cosecha.
Todos sabemos que la situación en la que estamos ahora es coyuntural y que, ojalá me equivoque, no va a durar eternamente, y entonces, cuando tengamos el problema de los excedentes, quizá recordemos a las alcoholeras y pensemos que entre todos hemos matado a la gallina de los huevos de oro.

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