Una copa de resveratrol por favor
Ha tenido que ser la todopoderosa industria farmacéutica la que coloque en los medios que existe un componente en el vino con propiedades beneficiosas
Paradójicamente ha tenido que ser la todopoderosa industria farmacéutica la que coloque en todos los medios escritos y telediarios que existe un componente en el vino (resveratrol) que tiene unas propiedades beneficiosas para la salud. Curiosamente, según apareció en diversas publicaciones la semana pasada, parece que se atribuyen este descubrimiento investigadores del CSIC, o por lo menos la técnica para obtenerlo, cuando ya existen en el mercado productos a base de resveratrol obtenidos por vitis vinífera y poligonum cuspidatum (raíz de una planta china que se usa tradicionalmente para uso terapéutico). Vengo a referirme al articulo publicado en los medios con titulares tan atrevidos como “científicos del CSIC presentan un elixir de la juventud”, gran rigor científico de nuestros investigadores públicos.
Desde que (Siemann y Creasy en 1992) descubrieran esta molécula en el vino y su efecto en la regulación del metabolismo de los lípidos, se han realizado muchos estudios todos ellos interesantes y que nos han ido revelando poco a poco las bondades de esta sustancia, (Jang en 1997) descubrió su acción anti cancerígena por el mecanismo de la inhibición de la enzima protein-tirosinakinasa implicada en la alteración de las células tumorales, (Wu et al.,2001) descubrió las propiedades de la sustancia contra la agregación plaquetaria, y también sus efectos como protector cardiovascular actuando como fitoestrógeno, también (Giovannini et al. 2001) descubrió los efectos cito protectores sobre el riñón, el pre tratamiento con resveratrol reduce las lesiones de isquemia de riñón actuando como antioxidante, (Shin et al.1998)descubrió sus propiedades antiinflamatorias debido a su efecto inhibidor sobre la ciclooxigenasa, otro estudio en que participó la universidad Pablo de Olavide, la Universidad Jhons Hopkins de Baltimore y la de Sydney, coordinada con la universidad de Harvard y en el que participan varios centros de investigación americanos se somete a ratones a dietas hipercalóricas y se trata a algunos de ellos con resveratrol son menos obesos y sobreviven más tiempo, dato importante pero todavía no extrapolable a seres humanos, pero fue David Sinclair en 2003 el primero que teorizó el mecanismo por el cual esta sustancia inhibe el deterioro de las células, este compuesto activa un grupo de enzimas que se llaman sirtuinas, por tanto refuerza la resistencia de las células al envejecimiento, también experimentó Sinclair que cuando aumentaba las dosis de resveratrol el efecto anti envejecimiento se contrarrestaba, esto le llevo a aseverar en “Wine Spectator” que ‘una copa de cualquier vino tinto proporciona suficiente resveratrol para obtener posiblemente efectos beneficiosos para la salud’ y luego dijo ‘espero que esta investigación no se utilice como excusa para consumir grandes cantidades de vino’.
Pero es que además de esta sustancia el vino tiene otros componentes de probado efecto cardioprotector y antioxidante como son los flavonoides, catequinas, antocianidinas y sobre todo los taninos, especialmente existe una molécula que se llama “quercitina” de la cual están probados sus efectos antitumorales y que está presente de forma importante en el vino.
A mí me gustaría oír de un estamento público como es el CSIC, hablar de las propiedades beneficiosas del consumo moderado de vino, con el mismo celo con el que valoran un producto farmacéutico con marca comercial del que todavía se tienen que realizar experiencias serias con humanos. A este paso puede que intenten sintetizar todas estas sustancias beneficiosas que componen el vino y nos las ofrezcan para tomar en capsulas, o lo que es peor en supositorios. No me negarán que el mejor formato para tomar un producto saludable es mediante la posología de dos copas diarias en comida y cena.
Espero que todas estas consideraciones agranden el placer sensorial de deleitarse con una copa de buen y saludable VINO, porque el buen amante del vino además de tomarlo por pertenecer a la dieta más saludable del mundo, lo hace por su propia cultura y sobre todo y más importante por el placer que supone para los sentidos. Y por favor que no nos vengan charlatanes y alquimistas vendedores de crece pelos y anti arrugas a sintetizar en píldoras el divino néctar de los Dioses. Nos van a transformar de bebedores moderados a pastilleros progres, en definitiva prefiero rejuvenecerme bebiendo vino.
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