Tenerife: La explosión de los modestos
Para nadie o casi nadie que haya visitado el Archipiélago es un secreto la enorme calidad que atesoran los vinos canarios, en general, y los tinerfeños, en particular. En este segundo caso hablamos de cinco denominaciones de origen protegidas: Abona, Tacoronte-Acentejo, Valle de la Orotava, Valle de Güimar e Ycoden-Daute-Isora, a las que se une Islas Canarias, la denominación genérica que abarca las siete islas.
La gran calidad, originalidad y diversidad de los vinos tinerfeños no es algo nuevo. Lourdes Fernández, farmacéutica de profesión e impulsora de la DOP Tacoronte-Acentejo, que presidió durante 25 años, es un claro ejemplo de lo que se viene cociendo, tanto por su empuje a los vinos de la isla como a su propio proyecto, con la ayuda de algunos amigos, de Bodegas Buten con la marca Cráter como buque-insignia.
A ella le han seguido bodegas como Suertes del Marqués, Borja Pérez, Los Borujos…y tantos y tantos otros como el enólogo Manuel Rodríguez, un histórico joven al que luego han seguido Roberto Santana o Jonatan García Lima.
En dos años, el número de botellas sacadas al mercado por Tenerife se ha multiplicado por cuatro y ya se superan las 120.000 botellas. El siguiente paso, elaboración de algunos tintos.
Y es que Tenerife continúa siendo una fuente de agradables sorpresas en las que la tierra, el clima, el trabajo y el buen hacer de sus gentes consiguen imponerse a la voracidad de otros sectores como el turismo, la construcción y una mezcla de ambos. A pesar de las tentaciones.
¿Y quién tiene la culpa de este acelerón a favor de cooperativas y bodegas pequeñas que buscan la excelencia? Pues en buena medida, los propios productores, pero también el Cabildo de Tenerife, de la mano del Programa Enomac, enmarcado en los fondos comunitarios Feder y el Programa de Cooperación Transnacional Madeira-Azores-Canarias, que cuenta con el asesoramiento del enólogo Pepe Hidalgo, padre.
En 2015, bajo el título: Blancos de Tenerife: Revolución, salieron al mercado 30.000 botellas, dos años después esa cantidad se ha multiplicado por cuatro y ya se superan las 120.000 botellas. El siguiente paso, elaboración de algunos tintos.
Hidalgo asegura sentirse encantado con un trabajo que, ante todo, busca la excelencia en variedades originales, sorprendentes y de gran expresión y recuerda que, además de la listán blanca, él se ha llevado sorpresas muy agradables con variedades como la verdello o el albillo criollo.
Bodegas importantes como Insulares preparan el lanzamiento de su Tágara Marmajuelo 2017, en Ycoden-Daute-Isora, un blanco sobre lías con una tirada de 2.000 botellas, realmente espectacular. Otra de las bodegas grandes de la isla, Comarcal de Güimar, probó en 2016 con un espectacular Brumas de Ayosa sobre lías, de zonas que rozan los 1.500 metros de altura.
Y es que Tenerife es mucho más que buen tiempo, playas y naturaleza. Sus vinos son expresión de uno de los paisajes más bellos del mundo y del buen hacer de sus gentes.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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