Tannat: una pasión irreverente
Nuestro colaborador Horacio Bustos hace un recorrido por la variedad estrella de Urugyuay, la tannat
Cuenta la historia que el vasco Don Pascual Harriague, en el año 1870, buscando para Uruguay una cepa que se adaptara a su suelo, introdujo desde el sur de Francia, una cepa llamada Tannat. Esta variedad fue traída desde Maridan, sudoeste de Francia, y fue plantada para esos años en Salto, recibiendo el premio, para 1877, del mejor vino producido en el país, a partir de allí se lo conoció como el “vino uruguayo”, pero la historia, (en honor a la verdad), no sería tan así, ya que la cepa fue primeramente plantada en Entre Ríos, y Harriague, recibió las varas de un vasco, (apodado Lorda), las que luego sí, plantó en Salto.
Actualmente la mayoría de las plantaciones se ubican en Canelones, al sur del país, ya que a partir de poseer suelos arcillosos y secos, favorecen el desarrollo de esta variedad, conjuntamente con las brisas que provienen del océano Atlántico y del Río de la Plata.
Las precipitaciones promedio son de 1.055 mm, inviernos fríos, veranos secos y cálidos, mucho sol, y noches frescas, la temperatura promedio oscila los 18°, y el clima es de tipo templado.
La situación geográfica de Uruguay, semejante a la de Argentina, Nueva Zelanda, Chile, o sea entre los paralelos 30° y 35° latitud sur, se ve afectada por las corrientes de aire frío que provienen del océano, y que inciden sobre la maduración y el desarrollo posterior de la uva. A raíz de esto, los vinos de estas latitudes, poseen generalmente, un grado alcohólico que no supera los 12°, llegando a encontrarse muchos vinos con 11° de alcohol. Tenemos que señalar entonces, que Uruguay es uno de los pocos países productores en el mundo, donde existen viñedos plantados en mayor cantidad, que en Maridan, su lugar de origen.
Hacemos alusión al título, ya que tan solo la etimología del Tannat, sugiere irreverencia, deriva de los robustos taninos que posee, tan marcados y dominantes, que ha heredado el nombre, por su carácter tánico. Sus colores también son distintivos, ya que son de un color oscuro, muy fuerte, diríamos que casi negro, con muy buen cuerpo, y una estructura, que a pesar de su condición tánica, su desobediencia a cualquier “regla”, permite percibir taninos, que resultan tiernos y sedosos, y un largo final, abundante y bien corpóreo. Entre cualidades del Tannat, se destaca su prevención en las enfermedades cardiovasculares, por demostrar tener uno de los mayores niveles de antioxidantes, entre todas las demás cepas.
Sintetizando, esta variedad, tiene colores muy intensos, con tonalidades muy granates, con aromas a frutos rojos y negros, muy maduros, chocolates, especias, con una gran presencia en la boca, muy concentrado, astringente, tánico, notable sabor a moras, y que se puede maridar, combinándolo con carnes rojas, a la parrilla, pastas con salsas fuertemente especiadas, y quesos picantes y muy grasos, entre otros tantos platos, a percibir y disfrutar de su sensual irreverencia, que no da lugar al olvido… Bon Appetit.
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