Puede ser nuestro año. Tenemos calidad, tenemos precio
Da igual que se hable de granel o de embotellado, sin indicación geográfica o con Denominación de Origen, en general, y aunque la excepción puede confirmar la regla, tenemos muy buen vino, las expectativas se han cumplido.
Estamos catando ya los primeros vinos de este año. Tanto en granel, en bodega, como embotellados, los primeros blancos que ya están, incluso, a la venta. Si no fuera porque lo esperábamos, podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que nos han sorprendido muy gratamente. Hemos probado unos blancos deliciosos, afrutados en extremo, con las características varietales marcadas, muy marcadas, diferenciables perfectamente, vinos equilibrados, con una buenísima acidez en boca y ricos: buenos sin paliativos.
Tintos que, aunque aún muy tiernos, ya apuntan, al igual que los blancos, a una diferenciada calidad, color, varietal marcado, equilibrados, e igualmente buenos. Vinos que darán que hablar, tanto los jóvenes, como los que se dediquen a la guarda y crianza.
Y además de todo esto, en estos momentos tenemos un precio competitivo en los mercados internacionales. Si no nos pasamos, si continuamos en los parámetros en los que nos movemos ahora, con ligeras y normales variaciones, creo que vamos a poder dar a conocer al mundo entero una mercancía asequible y con calidad. Lo siempre repetido esta campaña se cumple a rajatabla: España tiene buenos vinos, muy buenos, y a muy buen precio. ¿Qué más podemos pedir? Podremos mostrar en todos sitios lo que tenemos y se podrá vender sin problemas.
Estoy seguro que en la próxima feria de Ámsterdam, en la World Bulk Wine Exhibition, que se celebrará los próximos 24 y 25 de noviembre, los vinos españoles a granel causarán sensación. Esperemos que así sea y nuestras bodegas vuelvan con las maletas repletas de contratos. Creo que se asombrarán al catar nuestros vinos. Ya lo veremos cuando se termine, pero creo y deseo que sea así.
Referente a los embotellados, pues se espera lo mismo, hay que darles algo más de tiempo. Pero tengo la seguridad de que donde se descorche una botella de esta cosecha 2014, tanto ahora, como en los años sucesivos, siempre haremos buen papel.
Esperemos que sepamos aprovechar esta circunstancia, y que podamos abrir nuevos mercados internacionales y consolidar los que tenemos.
Y en el mercado interno, doméstico, poder ganar consumidores, ¡que falta nos hace!
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Javier Sánchez-Migallón
Director Ediciones Albandea y El Correo del Vino
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