Nuevo Plan Estratégico en el vino. Y Asaja a lo suyo
Se ha presentado, por parte de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, el Plan Estratégico del Vino para la proyección del sector vitivinícola. Por su parte, Asaja pide retirar del mercado el vino que no cumpla con la trazabilidad y dedicarlo a biocombustible.
Algunas de las líneas clave de este plan son priorizar a las empresas y cooperativas que apuesten por el vino embotellado, impulsar la agrupación comercial, apostar por las variedades más demandadas por el consumidor, en el caso de reestructuración del viñedo, y la creación de una Interprofesional regional del Vino y la Ley de la Viña y el Vino en la región.
Todas estas propuestas me parecen fenomenal, pero echo de menos, como siempre, algunas que reclamo desde hace años: regular la producción en los viñedos. Hay que comenzar por la base y a raíz de ahí, subir. Todas las propuestas se vendrán abajo si no tenemos una calidad de vino buena, y una moderación de la producción, tanto en conjunto, como por hectárea. ¿De qué nos sirve lo expuesto en el primer párrafo si luego tenemos un mal vino de 8 grados? De nada.
Este plan habría que aparcarlo un par de meses y retomarlo después ¿Por qué? Por las elecciones que se avecinan. En tiempo de elecciones no es bueno hacer este tipo de gestiones ¿Quién va a tomar medidas que no gusten al agricultor en La Mancha en año electoral? Nadie. Por desgracia se puede pensar más en las urnas que en el sector y esto no es bueno, al menos para nosotros.
Priorizar el vino embotellado, reestructurar a variedades con más demanda y la creación de una interprofesional, así como una nueva ley del vino, está muy bien, por supuesto. Pero el cambio tiene que ser total y desde el inicio, de abajo arriba, empezando por la agricultura e ir subiendo en todas las partes del sector, si no, no tendrá éxito, ya que estará coja en alguna de sus patas. Esperaremos a la propuesta definitiva, estudiarla y tiempo tendremos de comentarla.
Por otro lado, Asaja pide que se retire del mercado el vino que no cumpla con la trazabilidad y que se incremente del 10 al 15% la prestación vínica obligatoria, para dedicar este vino a biocombustible. Como siempre, medidas enfocadas a castigar a los mismos, salvando a otros. Y no culpo a Asaja, más bien, a quien tiene estas “magnificas ideas”.
Apoyo totalmente, no puede ser de otra manera, a la agricultura, a los viticultores, y no quiero que se me entienda como un ataque a ellos, ni mucho menos. Al decir que tienen que tener menos producción, también hay que ver el precio que se les paga, el equilibrio se debe perseguir como manera prioritaria. Pero a Asaja le hago varias preguntas que dejaré en el aire.
¿Quién tiene la culpa de ese vino que quiere retirar del mercado por provenir de uvas sin trazabilidad?¿La bodega o quien las crías?¿La cooperativa o quien cría 60.000 kilos por hectárea? ¿Quieren hacer que el elaborador sufra ahora la quiebra, tras haber pagado unas uvas tenga casi que regalar su vino?
Creo que hay que exigir un poco de coherencia y, visto lo visto, hay quien está falta de ella.
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