El vino queda expulsado de la nueva pirámide de dieta mediterránea
No es un titular mío, sino el de una noticia que leí hace unos días y que, como es lógico, me dejó impresionado.
El motivo de tal titular se lo transcribo literalmente citando parte de la noticia: “Los expertos han eliminado esta bebida al buscar un consenso mundial y advertir que el alcohol está prohibido en algunos países”.
Continúa: “Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Marino de España, ha celebrado esta noticia y ha señalado la necesidad de que la población conozca "más y mejor" sobre los beneficios de comer y de tener un estilo de vida saludable”.
Y termina: “Luis Sierra, director de la fundación Dieta Mediterránea, ha señalado la importancia de comer productos locales en familia, y realizar una actividad física adecuada -30 minutos diarios- y un descanso adecuado. "El vino queda fuera de la pirámide", explica Sierra. "Se trata de buscar un consenso mundial y en muchos países está prohibido el consumo de alcohol". Entre las recomendaciones figura beber entre 1,5 y 2 litros de agua y comer pan, pasta o arroz a diario, así como frutas y verduras”.
Yo la verdad es que me quedo a cuadros leyendo esto, vamos que me parece una broma aunque, por desgracia, no lo es. Es decir, o yo entiendo mal o el vino se quita de la dieta mediterránea porque en algunos países no se bebe alcohol y hay que buscar el consenso… Y digo yo, ¿por qué no se hace al revés? Si el vino lo tenemos declarado como alimento natural, bueno y beneficioso para la salud tomado moderadamente, pues que los que lo tienen prohibido lo incluyan en su dieta.
Siendo así, podrían proponer que nuestras mujeres llevaran burka ya que en algunos países se lleva, que no comiéramos cerdo, por simpatía con otros países o que comiéramos hormigas, grillos, saltamontes o perros, por ser comida muy valorada en algunas regiones del mundo. Y menos mal que el canibalismo está, parece, erradicado…
Yo creo, sinceramente que algunos no son más tontos porque no entrenan… Y lo malo es que lo hacen, lo dicen y se quedan tan tranquilos. Esto no pasaría de lo simplemente anecdótico si, tal y como se ve en el artículo, es aplaudido y celebrado, sí señores, celebrado, por nuestra actual ministra Rosa Aguilar… Sin comentarios.
Y si no terminara por proclamarlo a los cuatro vientos Luis Sierra, que parece ser, incomprensiblemente para mí, el director de la FUNDACION DIETA MEDITERRANEA….
Estoy acalorado y no me quiero encender demasiado, pero toda esta gente, desde el primero al último, en su casa estarían mejor. Desde los estamentos que proceda, pedimos que se eleve la más enérgica protesta a nuestra Ministra y al Sr. Presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, pues que dimita es lo más suave que se le puede decir.
No señores, no, nuestra dieta mediterránea se compone, entre otras muchas cosas, de aceite, pan y vino, y ya ven que es aplaudida y celebrada en todo el mundo. Y si en algunos países no se admite el alcohol, yo lo respeto enormemente y nadie es quien para indicarles otra cosa, si no quieren o pueden beber vino, ellos se lo pierden, pero allá ellos… Pero lo que no admito desde ningún punto de vista es que nosotros tengamos que seguir sus pasos.
A este Sr. Director de esa Fundación, le diría, además de lo que ya le he dicho antes, que nuestro vino es cultura ancestral, es trabajo para miles de personas y es salud. No entiendo además, cómo alguien que tiene esta opinión sobre el vino puede ocupar precisamente el cargo que ocupa. ¡Si es que tenemos al enemigo en nuestros puestos! Que todo un director, en teoría experto en la dieta mediterránea diga que hay que quitar el vino de esta dieta porque en algunos países no se bebe, es poco menos que demencial. La verdad es que me quedo sin palabras desde mi más profunda indignación.
Desde aquí me dirijo a sindicatos, estamentos, y asociaciones les pido que tomen las medidas oportunas y eleven las más enérgicas protestas donde proceda. Sé y me consta que hay varios políticos de “alto” nivel que semanalmente nos leen, pues a ellos apelo, para que pongan un poco de cordura en este desatino.
Y proclamar que desde MI dieta mediterránea nunca faltará en mi mesa una copa de buen vino para acompañar las comidas. Si él o ellos quieren acompañar una buena comida con dos litros de agua que lo hagan, viendo lo que dicen y lo que piensan, la verdad es que me lo creo totalmente, eso de que prefieran con un cocido, una fabada o un buen filete de carne o pescado, un agua antes que un vino. Así están, así se quedaran… Así son.
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