Calidad, variedad y buen hacer en las bodegas españolas
Enofusión 2018 ha sido una clarísima prueba de que el vino español es un amplio muestrario de variedades, terruños, paisajes y presentaciones que puede codearse por calidad y diversidad con los más afamados del mundo. Y no se trata de una soflama patriótica sino de una realidad tangible que tocamos cada día.
A nivel internacional, nombres como Champagne, Oporto, Burdeos, Borgoña, Brunello di Montalcino, Prosecco o Tokay no tienen nada que envidiarles a muchos vinos españoles ¿O no era para rendirse la cata de palos cortados de González Byass en Enofusión dirigida por el maestro Antonio Flores? ¿O el sabor del paisaje de la viticultura heroica de Ribeira Sacra? ¿O los viejos cavas de paraje de Freixenet y la singularidad de los monovarietales de Juvé & Camps? ¿O la amplitud y diversidad de la DOP Catalunya o los originales vinos de Terra Remota, en la DOP Empordà? ¿O los más que consolidados vinos de Marqués de Riscal y Barón de Chirel con ese Cepas Centenarias de Rueda, tan conocido como admirado?
Y por si esto fuera poco, el recorrido por el Duero del laureado Mariano García o los vinos y quesos canarios y su sabor a volcán, las nuevas elaboraciones de Rueda o los clásicos de Faustino, la armonía de los excelentes vinos de la provincia de Toledo (con DOP La Mancha, Méntrida y Vinos de la Tierra de Castilla, amén de la Marca de Calidad Cueva) con carne de caza, además de la colección de garnachas de La Sastrería lanzada por Makro. Todos ellos codeándose con dos excelentes referencias externas: Los vinos de California de Marimar Torres, Nuevo Mundo con reminiscencias de la Vieja Europa, y Prosecco, uno de los mayores éxitos del mercado del vino de los últimos años.
La cata magistral ofrecida por Carlos Delgado, Premio a la Cultura del Vino de Enofusión, con Pazo de Señorans 1999, Remírez de Ganuza Gran Reserva 2005, Palo Cortado 1987 de González Byass o el Chivite Colección 125 Aniversario Vendimia Tardía fue otro canto a vinos grandes y singulares.
Todos los vinos, junto a otras referencias mostradas en el Wine Corner, al modo y manera de los parlanchines de Hyde Park, con muestras de Manchuela, Méntrida, Valdepeñas, Ribera del Júcar, Uclés o marcas como Tudanca, Casa de las Especias, Marqués de Cáceres, Pinord, Dehesa de Ituero, Martín Códax, Laureatus o Avenencia son ejemplos de lo que ofrece el mundo del vino español.
Dicen ciertos críticos que al vino español le faltan algunas referencias punteras más, porque haberlas haylas, para alcanzar la fama que tienen otros países como Francia o Italia, por poner dos ejemplos. Aunque la realidad, probablemente, es que falta creérnoslo para ser capaces de vender cada vez más y mejor en un mercado tan diverso y atomizado como complejo.
Y es que las bodegas españolas, cada día, son mejores, más serias, más competitivas y entienden cuáles son sus segmentos de mercado y cuáles las posibilidades de crecer y expandirse.
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José Luis Murcia
Periodista. Presidente de AEPEV-FIJEV.
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Periodista. Miembro de AEPEV y FIJEV
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