Las cooperativas vitivinícolas de Valencia, preocupadas por los efectos del cambio climático en el viñedo
La sectorial del vino de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana celebró su Asamblea general en Coviñas (Requena), con la participación de cerca de 35 cooperativas, tras la que se organizó una jornada que abordó temas como la vulnerabilidad del viñedo ante el cambio climático, la situación de los mercados del vino y cuestiones relacionadas con la seguridad en agricultura, temas de gran interés para el presente y el futuro del sector vitivinícola.
Para José Miguel Medina, presidente de la sectorial de vino de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, “no debemos dar la espalda a los cambios que se avecinan en el cultivo del viñedo por efecto del cambio climático. Los efectos que hemos visto durante los últimos 20 o 25 años se agudizarán en el futuro, por lo que debemos estar preparados para adaptarnos a nuevas condiciones de producción, elaboración y comercialización”. En este sentido, Medina ha incidido en “el especial interés que tiene para el sector cooperativo entender este proceso de cambio como una oportunidad y no únicamente como una amenaza. Con una visión clara de aquello a lo que nos enfrentamos, seremos capaces de adaptarnos y salir reforzados de un cambio que hoy por hoy no tiene reversión ni freno posible. Por ello llevamos tiempo trabajando con nuestras cooperativas en esta cuestión, algo que seguiremos haciendo en el futuro”.
La jornada contó con la participación de Jordi Domingo, coordinador de proyectos de la Fundación Global Nature, quien presentó a los asistentes los datos más relevantes del proyecto LIFE AgriAdapt, dedicado a estudiar las vulnerabilidades del sector agrario ante el cambio climático.
En el caso concreto del viñedo, con un horizonte temporal de 30 años se apunta a riesgos como el estrés térmico, que puede producir fenómenos como la sobremaduración de la uva y que obligaría a la introducción de variedades mejor adaptadas a las nuevas condiciones climáticas. Como derivada, habrá que tener en cuenta también el encaje de esas nuevas variedades en los territorios en los que existen figuras de calidad (DOs e IGPs), a nivel de caracterización y singularidad varietal, de normativas de certificación e incluso de percepción de los consumidores.
El estrés térmico vendría acompañado de fenómenos de estrés hídrico, que afectarán a las condiciones de maduración del viñedo y a la incidencia de enfermedades.
El estrés térmico vendría acompañado de fenómenos de estrés hídrico, que afectarán a las condiciones de maduración del viñedo y a la incidencia de enfermedades. En este sentido, cabrá tener en cuenta no solo las posibles reducciones en las cuotas de precipitación, si no también su distribución a lo largo del año y su relación con el estado fenológico del viñedo. También aumentará la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como por ejemplo episodios de temperaturas altas, que afectarán al proceso de crecimiento de las viñas.
Estos y otros fenómenos vinculados al cambio climático deben producir efectos en materia de sanidad vegetal (variedad e incidencia de enfermedades), en la calidad de los vinos elaborados (cambios en las variedades empleadas para su elaboración, en el color, en la acidez…), en las labores y costes de la gestión del cultivo o en las características de los suelos, entre otros aspectos.
Durante la jornada intervino también Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMV), quien abordó la situación de los mercados del vino e incidió en aspectos como las tipologías de consumidores, los clientes con los que nos relacionamos en los mercados en los que operamos, las demandas de unos y otros, los cambios en las tendencias, o el volumen y la tipología de las exportaciones nacionales y autonómicas de vino y productos vitivinícolas, que alcanzaron los 3.186 y los 338 millones de euros respectivamente en 2017.
También se habló de cuestiones relacionadas con seguridad en agricultura, para lo que se contó en la jornada con Rafael Martínez, inspector de Trabajo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Fuente: Cooperativas Agroalimentarias
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