El apoyo institucional al vino continúa con sus frutos

El apoyo institucional al vino en Argentina, reflejado en su designación como Bebida Nacional, ha tenido sus consecuencias positivas en un año, 2013, en el que las exportaciones, por múltiples causas pero especialmente por la fuerte inflación y la inseguridad cambiaria, cayó por encima del 13%, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura

Los argentinos adquirieron durante el año pasado 10,35 millones de hectolitros, una cifra superior en 85 millones de litros a la que consume España anualmente, con una mayor entrada de turistas y cinco millones más de habitantes.

Esta subida, la tercera consecutiva, fue de un 3% y consolida una tendencia de consumo por persona y año superior en 1,5 litros al de 2010. Este incremento, después de varios años a la baja, se produce cuando el sector del vino, junto a todas las Administraciones públicas, deciden que el vino esté presente en todos los actos públicos de la nación tanto dentro como fuera del país.

Los mayores crecimientos se produjeron en los vinos frisantes con un 28%, seguidos de los espumosos con un 5,7% y los que cuentan con denominación varietal que subieron un 5,5%.

Además, lejos del afán prohibicionista de la Unión Europea, los argentinos deciden promocionar el vino en todas sus vertientes: cultural, geográfica, paisajística, turística con esa solemne declaración de Bebida Nacional, auspiciada por la Presidencia de la República.