Bodegueros se quejan por los retrasos en entrega de botellas

A los problemas de escala, reducción de la rentabilidad y falta de financiamiento, ahora las bodegas chicas tienen que sumar un nuevo problema: la falta de botellas. Aun cuando el problema es transversal a toda la cadena, los más pequeños son los principales perjudicados. 

Desde las cristalerías aseguran que están haciendo las entregas pautadas con normalidad y que muchas veces estos retrasos están relacionados con una falta de esquema de previsión. No obstante, Verallia confirmó que en uno de sus hornos están realizando trabajos de mantenimiento planificado, lo que los ha obligado a reprogramar con clientes algunas entregas.  

"No hay botellas", así grafica el empresario Guillermo Banfi, de Bodega del Sur de los Andes, la situación por la que atraviesan las pequeñas bodegas argentinas. 

"La entrega es un desastre sobre todo para las pequeñas bodegas. El mercado lo manejan tres empresas que fabrican lo justo y necesario. Cuando reciben los pedidos de las grandes bodegas, a las chicas les toca algo cuando les queda un remanente. Tenemos que comprar con varios meses de anticipación para asegurarnos las botellas", cuenta Banfi. 

El francés François Lurton, de Bodega Piedra Negra, va un poco más allá sobre el problema y señala: "El tipo de cambio es mejor para los vinos argentinos. Por lo tanto, deberíamos poder vender más, pero sólo si podemos envasar. Hay un problema real con vidrio en este país. 

Actualmente, los productores de vidrio no son capaces de seguir la demanda y hay proveedores que te dicen que no tienen botellas y que hay que esperar un mes para obtener lo que necesitamos. El problema es que hoy tenemos pedidos para enviar, pero no lo podemos hacer por falta de botellas". 

La demanda

Sólo para tener un cálculo simple sobre la necesidad y el uso de botellas de la industria vitivinícola, Argentina insume tanto para mercado interno como externo más de 686 millones de unidades. Desglosado en botellas de 750 cm3, si calculamos que en 2013 se exportaron 183.130.337 litros de vino embotellado, para estos envíos se necesitaron más de 244 millones de botellas. En tanto, en el mercado doméstico se consumieron 331.770.089 litros de vino embotellados, que se traducen en más de 442 millones de unidades. 

Para evitar estos problemas, algunas empresas pequeñas están inmovilizando capital para comprar botellas con antelación y tener stocks pero esto les ocasiona un inconveniente financiero. 

Las grandes reprograman

Si bien el problema es más serio entre las bodegas de menor escala, las grandes fraccionadoras también tienen sus inconvenientes con la provisión de vidrio. 

"Nosotros antes de cerrar 2013 hemos hecho nuestro cronograma mes a mes de provisión de botellas para la bodega el cual enviamos a nuestros proveedores. No obstante, este cronograma no se ha podido cumplir, al menos durante los tres primeros meses del año y hemos tenido que ir reprogramando fraccionamiento en función de la disponibilidad", indicó a Los Andes Luis Steindl, gerente de operaciones de Bodega Norton. 

 Steindl, aclaró que si bien éste no ha sido un impedimento para fraccionar y que hasta el momento no les ha generado un problema grave, han tenido que ajustar los esquemas pautados.  También volvió sobre el tema de los plazos de pago, que han terminado por achicarse, lo que genera mayor presión financiera a las bodegas. 

Por su parte, el presidente de Fecovita, Eduardo Sancho, también confirmó problemas para obtener botellas para la compañía. En este sentido dijo que "estamos teniendo problemas con el abastecimiento. La cristalería asegura que es coyuntural y que  en mayo estarán abasteciendo normalmente".

Las respuestas de cristalerías

El mercado para botellas de vino está prácticamente controlado por tres empresas: Cattorini Hnos, Verallia y Owens Illinois. 

Walter Formica, gerente de Verallia, sostuvo que están realizando trabajos de refuncionalización y modernización en un horno que estaba en funcionamiento para equiparlo con el mismo nivel de tecnología que el nuevo que inauguraron en 2012. 

"Sin duda alguna al tener un horno menos en producción, nuestra capacidad de fabricación se ve temporalmente reducida y ello hace que con nuestros clientes debamos revisar cotidianamente nuestros programas de fabricación y entrega en lo que respecta a cantidades y modelos ", dijo el ejecutivo de Saint Gobain, a lo que agregó que estima que en abril estarán trabajando con su capacidad a pleno.  

En tanto, desde Cattorini, destacaron que están trabajando normalmente con las entregas que tienen programadas con sus proveedores y que tienen una nueva planta en producción en San Juan. No obstante, destacó que sobre finales de 2013, la entrega de botellas, por una cuestión de demanda, estuvo afectada, pero eso ya fue solucionado.