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Frank Schindler toma las riendas de ProWein: «Pasos audaces» para defender el trono frente al auge de Wine Paris

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Frank Schindler toma las riendas de ProWein: «Pasos audaces» para defender el trono frente al auge de Wine Paris

La feria internacional de vinos y espirituosas más influyente del mundo, ProWein, tiene nuevo capitán. Frank Schindler, un nombre con un profundo pedigrí en la enología europea, asumió oficialmente la dirección de ProWein Düsseldorf y de su red de seis ferias satélite en Asia y América del Sur. Este movimiento estratégico por parte de Messe Düsseldorf no es solo una renovación, sino una respuesta necesaria ante un panorama competitivo que se redibuja con fuerza, donde el imparable ascenso de la feria Wine Paris representa el desafío más significativo en años.

Schindler no es un recién llegado al mundo del vino. Su currículum cuenta con una experiencia directa y prestigiosa: fue director general de la renombrada bodega austriaca Esterházy*, un emblema del Burgenland, y posteriormente del comercio de vinos Vinum en Südtirol (Tirol del Sur, Italia). Este bagaje único, abarcando tanto la producción de alto nivel como la distribución minorista, le proporciona una perspectiva de 360 grados de la industria, una mirada crítica que necesitará para la batalla que se avecina.

«Conoce los desafíos de los productores porque ha estado en su piel, y entiende las necesidades de los compradores porque ha gestionado un comercio», comenta un analista del sector. «Es el perfil ideal para conectar ambos mundos en una feria. Pero ahora su mayor prueba será demostrar por qué los profesionales deben seguir priorizando Düsseldorf sobre París.»

Mientras ProWein ha consolidado su liderazgo durante décadas, la unificación de las ferias Vinisud y Vinovision bajo el paraguas de Wine Paris ha creado un competidor de peso pesado en el corazón de la mayor región productora de vino del mundo. La última edición de la feria francesa batió récords, reuniendo a más de 41,000 visitantes profesionales y 4,100 expositores, acercándose peligrosamente a las cifras de ProWein.

La ventaja de Wine Paris es doble: se celebra en la capital de un país vitivinícola emblemático, lo que atrae de forma natural a una gran masa crítica de productores, y ofrece una ubicación logística inmejorable. Para muchos expositores del sur de Europa, París es una opción más cercana y económica que Düsseldorf. Este auge plantea una pregunta crucial en los pasillos de la industria: ¿Está cambiando el centro de gravedad de las ferias del vino en Europa?

Schindler recoge el testigo de Michael Degen en un momento crucial. Su respuesta a esta competencia no será la imitación, sino la reafirmación de una identidad única. En su primera declaración, anunció «pasos audaces», un término que adquiere ahora un significado más estratégico y defensivo.

«Nos dejaremos guiar por las necesidades específicas de la industria para desarrollar con éxito el estatus de ProWein Düsseldorf como feria líder», ha declarado Schindler. Esta frase es el núcleo de su contraataaque. Mientras Wine Paris se aprovecha de su localización, la estrategia de ProWein bajo su nuevo director se centrará en una globalización inteligente y una experiencia de valor superior.

La industria vitivinícola global mira con curiosidad a su nuevo líder. La apuesta de Messe Düsseldorf por un profesional con las manos manchadas de mosto es arriesgada y potente. El tiempo dirá si Frank Schindler, con su doble visión de productor y comerciante, es el general adecuado para dirigir esta batalla por el liderazgo en los cambiantes campos de la viticultura global. La competencia, sin duda, acaba de volverse más interesante.

En un contexto de creciente competencia y recursos limitados, la industria vitivinicola global enfrenta un dilema estratégico: ¿en qué ferias invertir su tiempo y presupuesto?
Para los productores, especialmente las bodegas medianas y familiares con presupuestos ajustados, la decisión se ha vuelto extraordinariamente difícil. Asistir a una feria internacional representa una inversión que puede superar los 20.000 euros entre stand, logística, alojamiento y muestras. La fragmentación de la oferta ferial – con Wine Paris consolidándose como potencia local y ProWein manteniendo su estatus global – fuerza a las bodegas a una elección casi existencial.

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