Una primera previsión de 282 millones de hectolitros de producción mundial
La Organización Internacional del Vino OIV, da una primera estimación de cosecha en el año 2018 en todo el mundo de 282 millones de hl. De momento, la tercera de la serie histórica desde el año 2000, y probablemente de toda la historia. Sin embargo, viendo los primeros datos, creo que se quedan cortos.
Si vemos las estimaciones de cosecha de España (40,9), Francia (46,4) e Italia (48,5), se me antojan que, solo en estos tres países faltan del orden de 10 millones de hl., como mínimo. No culpo, ni mucho menos, a la OIV, que basa sus cifras en los datos facilitados por los estados, pero son unas primeras estimaciones que, sin duda, irán al alza; de hecho, los datos que se barajan en los tres países antes nombrados están ya muy encima de los que se indican.
Nuestra pena y denuncia primera es que España siempre es la que más tarda en comenzar a dar datos oficiales, fiables y reales, con lo importantes que son para el planteamiento de la campaña.
A continuación, les resumo los datos de los principales países productores que aporta la OIV:
En la Unión Europea (UE) la vendimia será un 19% superior con respecto a los niveles del año anterior. La producción comunitaria de vinos, excluidos zumos y mostos, se estima en 168,4 Mhl, con un significativo aumento de 27,2 millones respecto a la baja producción de 2017 (141,1 millones).
Italia (48,5 Mhl), Francia (46,4 Mhl) España (40,9 Mhl) Alemania (9,8 Mhl), Rumania (5,2 Mhl), Hungría (3,4 Mhl) y Austria (3,0 Mhl) prevén también cosechas que superan su media quinquenal, Portugal (5,3 Mhl) y Grecia (2,2 Mhl) son los únicos países de la UE, cuya producción disminuye.
Estados Unidos (23,9 Mhl) se mantiene estable. En Sudáfrica, la sequía impactó notablemente en la producción de 2018 (9,5Mhl).
América del Sur, los niveles de producción también muy elevados. Así, en Argentina (14,5 Mhl), la producción vinificada aumenta un 23 % con respecto al año anterior; en Chile (12,9 Mhl), crece en un 36 %, y en Brasil (3 Mhl) alcanza un nivel elevado, si bien su producción disminuye con respecto a la alta producción de 2017.
La producción de vino australiano (12,5 Mhl) disminuye con respecto al año anterior, la producción de Nueva Zelanda (3 Mhl) permanece a un nivel muy alto.
Dejando esto a un lado y advirtiendo que estos 282 millones son de vino, excluyendo mostos, estamos, si fueran estos los datos definitivos, con una cosecha mundial con 31 millones de Hl. por encima de la pasada. Y ante estos nos tenemos que ir planteando la comercialización de nuestros vinos en la presente campaña.
Lo primero que ocurre es que nos sobra vino a nivel mundial, por lo que España debe “espabilar” para colocar sus vinos en los mercados internacionales en la mayor cantidad posible, ya que, con el consumo mundial debe de haber vinos que, sencillamente, no se puedan comercializar por el exceso de producción que tenemos.
Tengan en cuenta que nuestros principales competidores en los mercados mundiales, tanto en Europa, como en América, tienen más cosecha y, como es lógico, tendrán el mismo propósito que nosotros: colocar sus vinos. Italia es la que más cosecha va a tener, además de ser nuestra principal competidora. Francia también tiene más vino, por lo que competirá con nosotros por un lado y por otro nos comprará menos, que también es importante. Alemania, uno de nuestros grandes compradores, también eleva su producción, y por otro lado Argentina, con mayor cosecha, también nos perjudicará en los mercados internacionales.
Por tanto, debemos hacer un esfuerzo mayor a la hora de realizar nuestras exportaciones y tener en mente la visión, no solo nacional, sino la más importante que es la mundial, para poder colocar nuestros vinos en la mayor cantidad posible, tanto de vinos, como de países.
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