Primera planta piloto para generar hidrógeno a partir de residuos de alcohol
A través del proyecto europeo LIFE15CCM/ES/000080, Destilerías San Valero, está probando la viabilidad de la primera tecnología que aprovecha las purgas, los residuos alcohólicos de baja calidad que se producen en la destilación, para convertir su hidrógeno en energía eléctrica.
Junto con la empresa zaragozana situada en Cariñena, participan cuatro entidades de la Comunidad Valenciana: Innotecno Development S.L. (como coordinador del proyecto); la Asociación para la Investigación de la Industria del Juguete, Conexos y Afines (AIJU); Ingenieríapara el Desarrollo Tecnológico S.L. (INDETEC) y el Instituto de Tecnología Química (CSIC-ITQ).
Los promotores han sumado sus conocimientos y equipo para clasificar y tratar las fracciones alcohólicas disponibles para este uso, construir una planta piloto basada en tecnologías catalíticas de reformado para producir corrientes gaseosas ricas en hidrógeno, integrar el proceso con una pila para la producción de energía eléctrica y calor y evaluar el funcionamiento del prototipo. El estudio comenzó en octubre de 2016 y concluirá en diciembre de 2019, con un presupuesto de 1,5 millones de euros cofinanciados al 60% por el programa europeo Life.
Ante la cercanía de su finalización, los supervisores del proyecto de la Unión Europea (Easme) del proyecto LIFE15CCM/ES/000080 Ecoelectricity se han desplazado hasta Cariñena para comprobar in situ el desarrollo y avances técnicos de esta iniciativa pionera. Tras la visita técnica, Darius Urbaniak, proyect adviser de la Comisión Europea (Easme) ha subrayado el gran potencial que ve en el proyecto ya que “reduce las emisiones de los gases de efecto invernadero y además se le da uso a unos residuos”.
Desde Destilerías San Valero, su director gerente, Alberto Arellano, afirma que el proyecto “es una alternativa al uso de combustibles convencionales no renovables, con el valor añadido de dar utilidad a un residuo industrial, y así reducir costes. Al tratarse de un ensayo a pequeña escala, la energía producida se ha limitado a la batería de la barredora, pero se estima que, de ser las conclusiones positivas, se podría proporcionar así el 10 % del consumo de la planta”.
Las conclusiones no se presentarán hasta la finalización del proyecto, pero tras la fase de pruebas y construcción, ya se están realizando los primeros ensayos de generación de energía, que en este caso se utiliza para alimentar una barredora eléctrica, como símbolo de la apuesta por la ecología y la economía circular que promueve esta investigación. Además, este proyecto ya ha recibido en su primera fase un accésit en 2017, en el International Science Award concedido por la WBWE Ámsterdam, que premia a las mejores investigaciones centrada en el aprovechamiento de los residuos de la vid y el vino, para favorecer la economía circular, la sostenibilidad y la innovación dentro del sector del vino.
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